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¿Tradición o moda? Hollywood transforma el Día de Muertos

Películas como Coco, de Walt Disney, han convertido una lúgubre tradición mexicana en una oportunidad comercial.

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Tradition or Trend? Hollywood Transforms Día de Muertos

MAR GARCÍA, GPJ MÉXICO

Tania Morales Reyes decora una catrina en un mercado de la Ciudad de México. Ha visto que el interés en esta ocasión ha cambiado debido a la influencia de las películas de Hollywood.

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CIUDAD DE MÉXICO, MÉXICO — Hasta los esqueletos se veían distintos este año. Su color blanco desaparecía bajo vestidos con volantes; los ojos negros y profundos brillaban pintados con sombra violeta.

Las filas de calaveras decoradas, conocidas como “catrinas” que decoraban los mercados de la Ciudad de México hacían alusión a un cambio cultural. El Día de Muertos, una sagrada tradición mexicana que data de la época prehispánica, fue alguna vez una ocasión seria caracterizada por las flores de cempasúchil y el incienso: dos días para honrar a las personas difuntas y reunirse con ellas.

Los colonizadores españoles agregaron dulces y colocaron velas en las ofrendas para guiar a los muertos, lo que hizo que el evento fuera un poco más festivo. Pero en los últimos años, una oleada de películas de Hollywood y la creciente atención mundial, transformaron el majestuoso ritual en una especie de fiesta internacional y generaron una lluvia de ingresos inesperada.

“Ya no tenemos idea de qué es original y qué no. Nos estamos adaptando a un mundo globalizado en el que las culturas tienen que ser comprensibles”, dice Melissa Valles, arqueóloga e historiadora.

Los cambios comenzaron en 2014 con El libro de la vida, una película animada producida por 20th Century Fox Animation, un estudio de producción estadounidense. El largometraje cuenta las aventuras de un joven mexicano que recorre el mundo de los muertos. El esqueleto de la película, inspirado en “La Catrina”, superó a brujas y demonios como el disfraz más popular ese año para las niñas mexicanas que salían a pedir dulces.

Al año siguiente, la película de espías de la saga de James Bond, Spectre, mostraba al personaje principal persiguiendo a los malos en un desfile de calaveras y esqueletos andantes durante el Día de Muertos en la Ciudad de México (sin importar que en la ciudad no había tales desfiles en ese momento). En 2015, la película estuvo entre las siete más taquilleras de México, según la Cámara Nacional de la Industria Cinematográfica, institución que representa los intereses de la industria del cine. Su éxito llevó al Gobierno a organizar un desfile el año siguiente. En 2019, contó con más de 800 000 asistentes.

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MAR GARCÍA, GPJ MÉXICO

Tania Morales Reyes, vendedora de artículos del Día de Muertos desde hace 15 años, ahora ofrece portarretratos e impresión de fotos para la clientela influenciada por la película Coco.

Walt Disney Pictures dio el toque final en 2017, con el estreno de Coco, una película de animación que trata sobre un chico que entra por error al mundo de los muertos y debe encontrar cómo salir antes del Día de Muertos. Ese año, superó a todas las películas mexicanas en audiencia e ingresos generados a través de la venta de boletos. El Gobierno proyectó la película en espacios culturales destinados a películas de arte y en plazas públicas. En poco tiempo, quienes vendían calaveritas de azúcar comenzaron a vender catrinas y calaveras de muchos colores que se asemejaban a personas famosas.

“De un tiempo para acá se pusieron muy de moda las Catrinas, yo creo que por las películas, porque empezaron a meter mucho maquillaje”, dice Tania Morales Reyes, una fotógrafa de 27 años que vende artículos del Día de Muertos, entre ellos catrinas, desde hace 15 años en un mercado del centro de la Ciudad de México.

Eso también le brindó una oportunidad de negocio.

Desde que se estrenó Coco, escucha que las personas que compran dicen: “Mira, es igual que en Coco”, o: “Mira, Papá, es Coco”.

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MAR GARCÍA, GPJ MÉXICO

Reyna García Garrido ha vendido decoraciones del Día de Muertos en un mercado del centro de la Ciudad de México durante más de 60 años.

Morales Reyes piensa que esta representación externa del Día de Muertos es la única referencia que muchas personas en México tienen sobre los dos días de noviembre en los que las familias ponen de forma tradicional las ofrendas para sus seres queridos y les ofrecen lo que más les gustaba.

Y está cambiando las tradiciones. Los personajes de Coco, por ejemplo, hacen hincapié en que los altares tienen fotos de las personas difuntas para que no desaparezcan para siempre, un concepto que nació de la película. Morales Reyes ahora le ofrece a su clientela la opción de imprimir fotografías de sus seres queridos.

“Mucha gente está empezando a conocer la cultura que existe desde hace muchísimos años y gracias a eso nosotros tenemos qué vender”, afirma.

La celebración del Día de Muertos generó 18 mil millones de pesos (casi $847 millones) en 2019, 2 mil millones de pesos ($94 millones) más que cuatro años antes, según cifras de la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo.

La celebración se vio muy afectada en 2020, cuando el Gobierno prohibió las visitas a los panteones para evitar los contagios de coronavirus. Las autoridades estiman una pérdida de 9 mil millones de pesos ($423 millones), pero también un repunte este año para alcanzar los niveles de 2019.

“Este es un ejemplo de cómo las tradiciones cambian con el paso de las décadas y los siglos. Es una tradición viva, una tradición que cambia”, explica el historiador Enrique Ortiz.

Quizá pocas personas han visto el cambio de manera tan clara como Reyna García Garrido, quien durante más de 60 años ha vendido artículos decorativos en el Mercado Jamaica de la Ciudad de México. La mujer de 84 años recuerda cuando en el inmenso mercado solo se vendían frutas y verduras al mayoreo y flores, en la época en la que la gente solo quería incienso e imágenes en papel para el Día de Muertos. Ahora, se acomoda con dificultad en un puesto lleno de catrinas con vestidos muy elaborados y 40 piñatas que cuelgan del techo.

Aunque hayan disminuido por la pandemia, García Garrido dice que las ventas de artículos del Día de Muertos se han duplicado desde que comenzaron a salir las películas. Este año, la gente vendió máscaras de arcilla decoradas con esqueletos coloridos.

ALINE SUÁREZ DEL REAL, GPJMÉXICO

Silvia Delgado pone una ofrenda para honrar a su padre. Mezcla los objetos tradicionales como el chocolate y las calaveritas de azúcar con elementos poco típicos, como los esqueletos de Disney inspirados en Coco.

El consumismo preocupa a algunas personas vendedoras. “Ya no son nuestras tradiciones. Los niños van a acordarse de la película de Coco más que de los recuerdos de sus abuelos”, señala Guadalupe Reyes, quien vende artículos de temporada en un centro comercial.

Sin embargo, también se han creado nuevos recuerdos. Cada año, a medida que se acerca el Día de Muertos, el Mercado Jamaica se transforma. La gente que vende decora sus puestos con flores en tonos anaranjados y rosas, piñatas de calabaza y el aroma del dulce pan de muerto recién hecho, un pan con ralladura de naranja o sabor de anís.

La clientela también nota un cambio. Silvia Delgado, que vive en las afueras de la Ciudad de México y es clienta asidua del mercado, cedió a las súplicas de su hija, quien quería una ofrenda del Día de Muertos. “Con mi primer hijo no ponía ofrenda”, dice Delgado. Su hijo tiene 15 años y su hija, 4. Luego, cuando su hija vio Coco, le decía: “Hay que poner la foto de mi abuelito, Mamá”.

Así comenzó una nueva tradición.

Aline Suárez del Real es una reportera de Global Press Journal que se encuentra en Tecámac, Estado de México.

Mar García es una reportera de Global Press Journal establecida en la Ciudad de México.


NOTA SOBRE LA TRADUCCIÓN

Aída Carrazco, GPJ, adaptó este artículo de su versión en inglés.

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