Puerto Rico

Las comunidades Jíbaro y Taíno de Puerto Rico buscan reconocimiento y retornar sus tierras ancestrales

Las comunidades Jíbaro y Taíno no están reconocidas por el gobierno de Puerto Rico. Pero dos organizaciones dedicadas a preservar sus respectivas historias y tradiciones están trabajando para lograr reconocimiento como grupos indígenas, así como acceso irrestricto a sus tierras ancestrales.

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Puerto Rican Indigenous Communities Seek Recognition, Return of Their Ancestral Lands

Coraly Cruz Mejías, GPJ Puerto Rico

Martín Veguilla es el líder del Consejo Taíno Guatu-Ma-cu-A Borikén, una organización sin fines de lucro dedicada a la preservación de la cultura Taína. La legislación actual de Puerto Rico no reconoce a ninguna organización indígena, por lo que el consejo está clasificado por el Departamento de Estado de Puerto Rico, como una organización religiosa, lo cual le permite realizar ceremonias espirituales y hacer presentaciones públicas.

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UTUADO, PUERTO RICO — Para llegar al Centro Ceremonial Indígena Caguana, en el pueblo de Utuado, se debe cruzar la región occidental de la cordillera central de Puerto Rico. Es un viaje caluroso y húmedo que conduce al otro lado de las montañas. Los únicos sonidos que se oyen son los trinos de las aves y el fluir del río Tanamá.

Pero allá, Uahtibili Báez Santiago dice que la tierra es sagrada. Báez es el líder del Movimiento Indígena Jíbaro-Boricua, una organización sin fines de lucro que educa a la gente acerca de la historia del pueblo Jíbaro en Puerto Rico. Báez señala que, según la historia oral que le han legado, la tierra en donde se encuentra el centro alguna vez les perteneció.

“Exactamente aquí. Era de nosotros, de nuestras familias”, señala Báez. Hoy en día, estas tierras forman parte de un parque nacional gestionado por el Instituto de Cultura de Puerto Rico.

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Coraly Cruz Mejías, GPJ Puerto Rico

Uahtibili Báez Santiago camina por el Centro Ceremonial Caguana, en Utuado, Puerto Rico. Báez es líder del Movimiento Indígena Jíbaro-Boricua, una organización sin fines de lucro que educa a las personas acerca de la historia del pueblo Jíbaro en Puerto Rico. En el hombro, lleva parte del atuendo que usan los Jíbaros.

Como resultado de esto, el Movimiento Indígena Jíbaro-Boricua, un grupo de unos 200 miembros, debe solicitar permiso, con un mes de anticipación, para realizar prácticas espirituales tales como bautizos y otras ceremonias en este lugar. Por esta razón, el grupo está haciendo una petición al gobierno de Puerto Rico para que se reconozca el centro como un templo.

Pero para Báez y otros miembros del grupo, el reconocimiento es algo más que obtener acceso irrestricto a las tierras.

“Si reconocen que esto es un Templo pues entonces sí existimos indígenas” dice Báez. De acuerdo a los líderes del grupo, los Jíbaros y Taínos dos grupos distintos con lazos ancestrales con Puerto Rico, no están reconocidos actualmente como pueblos indígenas por el gobierno de la isla.

El Movimiento Indígena Jíbaro-Boricua señala que desciende de antepasados Mayas Kan’ Xibalo. Los miembros del Consejo Taíno Guatu-Ma-cu-A Borikén, otra organización sin fines de lucro, dicen que descienden de los Taínos, una comunidad encontrada por Cristóbal Colón en sus viajes a América hacia fines del Siglo XV. Ernie Xavier Rivera Collazo, profesor de historia y arqueología en la Universidad Interamericana de Puerto Rico, que funciona en la ciudad suroeste de San Germán, dice que muchas personas asumen que, en el país, los pueblos indígenas fueron exterminados durante la conquista española que comenzó en 1493.

“Eso es lo que nos enseñaron a nosotros en la escuela” dice Rivera. Pero, pese a lo que dicen los libros de historia, Rivera señala que las pruebas arqueológicas muestran que los pueblos indígenas de la isla seguían resistiéndose al mandato colonial incluso después de 1700, lo cual contradice la idea de que fueron exterminados en el siglo XV. Esa resistencia, dice Rivera, continúa actualmente con esas comunidades que buscan lograr autonomía en Puerto Rico.

Juan Carlos Martínez Cruzado, biólogo especializado en evolucionismo molecular, dice que un estudio que efectuó en 2002 reveló que 61% de los 800 puertorriqueños que participaron en este tenían ADN mitocondrial que confirmaba sus ancestros indígenas.

Pero, de acuerdo a Martín Veguilla, líder del Consejo Taíno Guatu-Ma-cu-A Borikén, la legislación actual de Puerto Rico no reconoce, actualmente, a ninguna organización indígena. El consejo está clasificado como una organización religiosa por el Departamento de Estado de Puerto Rico, para que el grupo pueda efectuar sus ceremonias espirituales y hacer presentaciones públicas.

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Coraly Cruz Mejías, GPJ Puerto Rico

Guariboni se sumó al Consejo Taíno Guatu-Ma-cu-A Borikén hace cuatro años. En la foto, sostiene una semilla de caoba tallada para representar a Yocahú, una deidad protectora Taína.

Doris O’Neill Cruzado, que se identifica como abuela indígena Taína, lleva a cabo ceremonias para educar a las personas acerca de la cultura Taína. Para O’Neill, la falta de información en torno a la historia de los Taínos es culpa del gobierno por no reconocer la historia indígena del país. Veguilla, a quien el consejo denomina Cacike Caciba Opil Veguilla que significa Jefe Piedra Sagrada del Espíritu, señala que se ha logrado organizar una comunidad fuerte y comprometida para la preservación de la cultura Taína. Añade que las conferencias que efectúa el grupo han ayudado a los esfuerzos para que se les devuelva algunos de los restos óseos de sus antepasados que actualmente están en manos del Instituto de Cultura de Puerto Rico, de modo que el grupo pueda enterrarlos con una ceremonia tradicional Taína.

Báez señala que el movimiento Jíbaro está trabajando actualmente con La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y la Iglesia Nativa de los Estados Unidos para persuadir al gobierno a fin de que reconozca el Centro Ceremonial Indígena Caguana como un templo. Báez indica que el grupo ha solicitado al Departamento de Educación de Puerto Rico que modifique el programa de estudios de historia para que se incluya la historia del pueblo indígena de la isla posterior al Siglo XV. Báez espera que, mediante una mayor visibilidad de su cultura y defensa de su identidad, el grupo pueda lograr, finalmente, reconocimiento para poder recobrar sus tierras y autonomía. “Nosotros queremos que sepan que es un país milenario, ancestral. Que la gente que vivimos aquí somos los descendientes ancestrales”, dice Báez. “No nos extinguieron”

 

Maria Cristina Santos, GPJ, adaptó este artículo de su versión en inglés.