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Agua de lluvia aprovisiona a escuelas de México donde los grifos suelen quedar secos

Ante la falta de un servicio constante de agua en muchas escuelas de México, se están haciendo esfuerzos en la capital, Ciudad de México, para recolectar, filtrar y utilizar agua de lluvia. A través de un proyecto universitario se han instalado desde 2012 más de dos decenas de sistemas de captura y almacenamiento de agua de lluvia en escuelas públicas, en paralelo a otros esfuerzos por utilizar agua de lluvia en hogares, escuelas y comercios.

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Rainwater Supplies Some Mexico Schools Where Faucets Often Run Dry

Mayela Sánchez, GPJ Mexico

Desde 2014, un sistema de recolección de agua de lluvia les permitió reducir a la mitad la cantidad de agua que usan de la red pública y de camiones cisterna.

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CIUDAD DE MÉXICO, MÉXICO ─ Casi todos los días, el agua llega a la escuela primaria Razón y Fuerza de la Revolución Mexicana en camiones cisterna.

Esto se debe a que el servicio de agua corriente no es constante o es insuficiente, según señala la directora de la escuela, Edith Huerta Anguiano.

Pero durante la estación de lluvias, que en la capital de México abarca de mayo a octubre, hay otra opción: un sistema que recoge agua de lluvia y la filtra para su uso en los sanitarios de la escuela. Instalado en septiembre de 2014 por la Universidad Autónoma Metropolitana unidad Iztapalapa, este sistema es parte de una tendencia en toda la ciudad para recolectar y usar agua de lluvia.

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Mayela Sanchez, GPJ Mexico

En la Universidad Nacional Autónoma de México, un bebedero utiliza agua de lluvia recolectada gracias a un proyecto llamado “Jugo de Nube”. Josué David Bello, un estudiante de química de 23 años, tiene confianza en la calidad del agua porque un cartel cerca del bebedero explica el proceso de filtrado.

Juan José Santibáñez Santiago dirige este proyecto universitario de recolección de agua de lluvia desde 2012.

El proyecto fue creado para ofrecer una alternativa de suministro de agua a los habitantes de la oriental delegación de Iztapalapa, y se enfoca en las escuelas del área, según señala Santibáñez Santiago. Añade que las investigaciones universitarias detectaron que los niños lidiaban cada vez más con insuficiencias en el suministro de agua.

Sólo en la Ciudad de México, hay más de 120 escuelas públicas preescolares, primarias y secundarias que usan agua proveniente de otros medios distintos a la red pública, según un censo de 2013 del instituto de estadísticas del gobierno.

Desde 2012, la universidad instaló 26 sistemas de captura de agua de lluvia en escuelas públicas de diferentes distritos, según agrega el experto.

Entre esas instituciones está la escuela que dirige Huerta Anguiano, donde –según señala- 421 estudiantes más el personal usan unos 6.000 litros de agua a diario.

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Mayela Sanchez, GPJ Mexico

La escuela primaria Revolución, en el centro de la Ciudad de México, es una de las 26 escuelas donde la Universidad Autónoma Metropolitana instaló sistemas de recolección de agua de lluvia. El techo de la escuela permite la recolección de agua de lluvia que luego es filtrada y almacenada, según explica la conserje Diana Bringas López.

En el barrio donde está la escuela hay escasez de agua corriente. Pero Huerta Anguiano afirma que, cuando está funcionando el sistema de recolección de agua de lluvia, prácticamente se reduce a la mitad el consumo de agua proveniente de camiones cisterna, también llamados localmente pipas.

El agua de lluvia se usa sólo para los inodoros, dice la subdirectora María del Carmen Andrade Farfán.

La lluvia que se capta proviene del patio escolar y del techo de un edificio, según explica Andrade Farfán. A través de tubos, el agua de lluvia va a un filtro formado por cuatro capas de rocas diferentes y arena de cuarzo, que depuran el agua antes de almacenarla en una cisterna subterránea.

La cisterna tiene una capacidad de 6.000 litros, según Huerta Anguiano.

La instalación y el mantenimiento del sistema de recolección de agua de lluvia son financiados por la universidad, según añade.

María Fernanda Lima Ayala, de 10 años, estudia el quinto grado en esa escuela. Ella considera positivo que la escuela aproveche el agua de lluvia.

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Mayela Sanchez, GPJ Mexico

En la escuela primaria Revolución, el agua de lluvia es recolectada a través del techo del edificio. Luego se envía por tuberías a un filtro y un tanque de almacenamiento. El tanque de agua está decorado con huellas de las manos de los niños.

“Recuperamos más agua y no la desperdiciamos tanto”, dice. “A lo mejor no llueve siempre, pero llueve”.

Su hermana gemela, Aranza Lima Ayala, concuerda.

“Es bueno porque así podemos recolectar más agua y sería como gratis porque viene de arriba”, dice.

Como máximo objetivo, Santibáñez Santiago apunta a que su proyecto sirva para aprovisionar de agua a bebederos en las escuelas. Explica que, hasta ahora, se han instalado bebederos en seis escuelas y que se está en proceso de instalar otros tres. Por el momento, el agua de estos bebedores proviene de la red pública, pero Santibáñez Santiago dice que aún está probando la calidad del agua filtrada de lluvia para garantizar que sea bebible.

En tanto, en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el Programa Universitario de Estrategias para la Sustentabilidad creó hace dos años un sistema para recolectar y guardar agua de lluvia para ser utilizada como agua bebible, según explica la coordinadora del proyecto Mireya Ímaz Gispert.

En la universidad se instaló un bebedero que usa agua de lluvia y está disponible para toda la comunidad universitaria, según explica. Todos los meses, personal del Instituto de Geología y de la Dirección General de Servicios Médicos realiza pruebas del agua para asegurar que su consumo sea seguro, según añade Ímaz Gispert.

El sistema capta la lluvia que cae sobre el techo del edificio mediante canaletas, que conducen el agua a un sistema de desinfección y filtrado. El agua, que es almacenada en una cisterna, se filtra cuatro veces y se desinfecta dos, según un diagrama provisto por Isla Urbana, la organización que instaló el sistema. La cisterna de 10.000 litros surte de agua a un bebedero y a las oficinas del programa.

Aunque el campus de la Ciudad de México no tiene problemas de suministro de agua, el objetivo del proyecto es replicar el sistema en otros campus de la universidad que sí tienen problemas de suministro, según Ímaz Gispert.

Además de instalar el colector de agua de lluvia y el sistema de filtración, Isla Urbana está ayudando a probar la calidad del agua, según el presidente de esa organización, David Vargas.

Isla Urbana –según Vargas- ha trabajado en la instalación de sistemas de recolección de agua de lluvia en viviendas, comercios y escuelas durante los últimos seis años.

El año pasado, el presidente Enrique Peña Nieto anunció una iniciativa para mejorar la infraestructura en más de 33.000 edificios escolares. El proyecto incluye sistemas de sanitarios y bebederos, según la página web de la iniciativa.

De todas formas, los lineamientos para la instalación de bebederos incluyen la recolección de agua de lluvia como fuente de aprovisionamiento de agua.

En febrero, el jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera Espinosa, anunció un programa para la instalación de 300 colectores de agua de lluvia en viviendas y comedores, durante su gestión.

Según Vargas, Isla Urbana está instalando los sistemas colectores.

Josué David Bello, estudiante de química, de 23 años, usa el bebedero de agua de lluvia en la UNAM dos o tres veces por semana, según cuenta. Cuando lo hace, llena una botella de casi un litro que posteriormente toma mientras come.

Él considera positivo que la universidad haga proyectos que promuevan la sustentabilidad.

“Es muy genial que se aprovechen los recursos y se enseñe a las personas el significado de la sustentabilidad para resolver sus necesidades”, dice.

 

Ivonne Jeannot Laens adaptó este artículo de la versión en inglés.