Argentina

Un nuevo trabajo para las recicladoras de la capital argentina: “promotoras ambientales”

En la ciudad capital de Argentina, recicladores (o “cartoneros”, como son conocidos aquí) recogen y revenden cientos de toneladas de material cada día. Jacqueline Flores se ha convertido en una de las principales referentes de los recicladores, incluyendo de las mujeres que han mirado hacia un nuevo rol como “promotoras ambientales” en el que les enseñan a los habitantes de la ciudad cómo reciclar y cómo promover el reciclaje.

Read this story in

Publication Date

For Female Recyclers in Argentina’s Capital, Local Woman Creates New Job as “Environmental Promoters”

Lucila Pellettieri, GPJ Argentina

El 27 de junio, Jacquelina Flores lideró una marcha hacia el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social en el centro de la ciudad de Buenos Aires. Está luchando para conseguirles salarios formales a los cartoneros, como son conocidos los recicladores aquí, quienes recogen más de 600 toneladas de materiales reciclables cada día.

Publication Date

BUENOS AIRES, ARGENTINA — Una multitud se reúne cerca de un obelisco. Todos usan uniformes azules con una franja verde. Son “cartoneros”, recicladores.

Poco después, Jacquelina Flores llega y se abre camino entre el mar de uniformes azules. La sigue una larga hilera de mujeres. Todas usan una camisa que las identifica como “promotoras ambientales”.

Mientras que Flores llega al obelisco, va saludando a cada una de las personas con uniforme azul, dándole un beso y un abrazo a cada uno de ellos.

Luego, comienza la marcha.

Flores va con confianza por las calles que llevan al Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social. Está liderando a la multitud de recicladores que hacen parte de una protesta exigiendo que sean incluidos en el sistema formal de salario mínimo.

Flores lleva mucho tiempo trabajando en las calles de Buenos Aires, primero lo hizo como vendedora y luego como recicladora. Ella dice que el reciclaje llegó a su vida después de un momento difícil.

“Siempre hacía falta un capital, una moneda que no había”, dice sobre los días previos a convertirse en recicladora.

En Buenos Aires, los recicladores recogen y revenden más de 600 toneladas de material reciclable cada día. El salario que ganan por su trabajo varía bastante. Los miembros de una cooperativa ganan un sueldo fijo de 4000 pesos argentinos (226 dólares) cada mes. Además de ese salario base, según Flores, los miembros de la cooperativa ganan 400 pesos extra por día, dependiendo de la cantidad de material reciclable que recolecten. Pero el estado no regula los precios que se pagan por materiales recolectados. Flores dice que la mayoría reciben 1 peso (6 centavos de dólar) por kilo de papel o cartón recogido.

expand image
expand slideshow

Lucila Pellettieri, GPJ Argentina

Jacquelina Flores es una cartonera y una líder del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE), una organización que lucha por la dignidad y la integración de los trabajadores excluidos del sistema de trabajo formal.

Con el paso de los años, Flores se convertió en una líder del Movimiento de Trabajadores Excluidos, MTE, una organización que lucha por la dignidad y la integración de los trabajadores excluidos de los sistemas de trabajo formal en Argentina. Ella recientemente comenzó a usar formalmente su primer nombre Jacquelina durante su candidatura sin éxito para la legislatura de la ciudad. Tambien es conocida como Jacqueline.

En 2010, Flores fundó una cooperativa de recicladores, que luego llegó a un acuerdo con el gobierno que permitió a algunas recicladoras trabajar como promotoras ambientales. Ellas ahora reciben un salario base pagado por el gobierno de la ciudad de Buenos Aires.

Hoy, 80 mujeres trabajan como promotoras ambientales en vez de como recicladoras. Su trabajo es ir de puerta a puerta enseñándoles a los habitantes de la ciudad a separar los residuos y creando conciencia sobre la importancia de reciclar.

Flores también promueve programas educativos y leyes que buscan que algunas empresas paguen parte del costo de reciclar los desechos que producen.

La idea de que las recicladoras se convirtieran en promotoras ambientales surgió de los problemas de salud que muchas de ellas, incluida Flores, estaban padeciendo.

“Tengo tendinitis reiteradas en las manos y problemas en la columna a la altura del cuello”, dice Flores y añade que las recicladoras que son parte de una cooperative tienen seguro médico. “Todas tenemos las rodillas destrozadas por no saber hacer la fuerza para levantar los carros”.

Flores fue una pionera en poner el foco sobre los problemas de las mujeres dentro del movimiento de recicladores, dice Marcelo Villareal, un representante de la cooperativa de trabajo El Amanecer de los Cartoneros y de MTE.

“[Jacquelina] supo ver el problema de las compañeras”, dice Villareal. “Se puso el proyecto de promotoras ambientales al hombro y se empezó a hablar con los diputados a ver si lograba que alguno nos escuche”.

La creación de un cargo alternativo y la transformación de las mujeres de recicladoras a promotoras está cambiando la vida de muchas de ellas, dice Flores.

“Ahora nuestras mujeres se están reencontrando con ese rol de mujer, de madre y de hija que habían dejado de ser por estar 16 horas arriba de un carro”, dice.

expand image
expand slideshow

Lucila Pellettieri, GPJ Argentina

En junio, el MTE inauguró el bachillerato popular cartonero, un centro educativo donde los recicladores pueden completar sus estudios.

Laura Barboza, una promotora ambiental, lo ha confirmado a través de su propia experiencia.

“Es un gran cambio de vida”, dice Barboza. “Yo antes salía a las dos de la tarde de mi casa y volvía a las tres de la mañana. Ahora entro a las ocho y a las tres o cuatro de la tarde ya estoy en mi casa”.

El trabajo de las promotoras también beneficia a los trabajadores en el momento de la recolección.

“Gracias a las promotoras, la gente empezó a creer que existía un sistema de reciclado que no conocía”, dice Villareal. “Algunas personas nos ven como con distancia, con miedo, entonces al cartonero le cuesta acceder a los hogares, a las bolsas. Las promotoras ayudan a achicar esa distancia”.

A mediados de junio, el MTE inauguró el bachillerato popular cartonero, un centro educativo en el que los recicladores pueden terminar sus estudios.

“Yo tengo tres años de la primaria, me gustaría completar mis estudios y aprender sobre cooperativismo, informarme y poder enseñarle[s] a otros compañeros sus derechos”, dice Villareal.

Flores ahora está dedicada a impulsar un proyecto de ley que busca que las empresas paguen por los desechos que producen.

Pablo Medina Uribe, GPJ, adaptó esta historia de su versión en inglés.