CIUDAD DE MÉXICO, MÉXICO — Portando el uniforme y gafete de la empresa, Margó comienza su día de trabajo. Caminar entre los escritorios, mover la cola, jugar y tomar siestas son sus actividades más comunes; además, en días especiales, se coloca su bata y desempeña la actividad soñada por muchas niñas y niños: probar juguetes. Luego, se comparten sus videos en redes sociales.
Margó, una perra que fue rescatada por Ángel Algara, gerente de mercadotecnia en la fábrica Juguetes Mi Alegría, se integró al equipo de trabajo a inicios de 2023. Desde entonces, el personal, un equipo de seis personas, procura su bienestar y disfruta de su compañía, lo que ha mejorado el ambiente laboral.
“Nos ha unido al cuidarla, nos ha levantado el ánimo. Es más fácil trabajar acariciando un perrito. Cada vez que estoy con demasiadas cosas, estoy con ella, la acaricio, salimos a caminar y mejora muchísimo el día”, asegura Algara.
En varios centros de trabajo públicos y privados de la Ciudad de México, personas empleadas están adoptando animales de compañía para ofrecerles una nueva vida. Como resultado, mejoran su relación como equipo y reducen sus niveles de estrés. En algunos espacios, la presencia de estas mascotas está generando más compromiso y cambiando la manera en la que las personas se relacionan con su empleo.
La presencia de un animal de compañía en un ambiente laboral tiene beneficios para la salud mental, explica Viridiana Frías, especialista y técnica en intervenciones asistidas con animales. “Hay investigaciones que muestran que los niveles de cortisol se median y se reduce este estrés que se genera ante cualquier situación”.
Las intervenciones asistidas con animales son tratamientos en los que participan especies no humanas para apoyar en terapias para enfermedades neurológicas, psicológicas y psiquiátricas, entre otras. Frías, quien actualmente entrena a un perro como asistente en terapias de lenguaje, explica que la convivencia entre mascotas y personas forma un vínculo que “permite que haya una reducción de estrés, sentimientos de soledad [y] de ansiedad”.
En Juguetes Mi Alegría, donde trabaja Margó, incluso el departamento de recursos humanos ha notado los beneficios de su presencia.
“La mayoría de las personas [en el equipo] tienen mascotas. Entonces es como un recordatorio de lo que tienen en casa”, dice Erika Cerón, encargada del área, quien considera que el compromiso del personal ha mejorado. “Pienso que sí se sienten mejor con ella aquí”.
En México, el 75% de las personas padecen fatiga por estrés laboral, una reducción en el bienestar de las personas derivada de sus condiciones laborales, según el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), la mayor institución en atención a la salud y protección social del país. En este contexto, la presencia de animales de compañía puede mejorar la salud mental de quienes desempeñan, incluso las ocupaciones más estresantes.
Elementos del Heroico Cuerpo de Bomberos de la Ciudad de México, Estación Xochimilco, notan cómo la llegada de Horda, una perra embarazada que encontraron amarrada en sus instalaciones hace varios meses, les ha permitido incrementar su bienestar.
“Nos sirve de terapia para estar bien con todos; al acariciarla y estar jugando con ella, te saca el estrés”, comenta Iber Farfán Ruiz, suboficial del cuerpo de bomberos. Él es quien se encarga de cuidar y pasear a Horda.
Los bomberos tienen una alta prevalencia de ansiedad y trastornos de estrés postraumático, derivado de su labor, por lo que necesitan desarrollar estrategias para mantener su equilibrio emocional. Por ello, compartir actividades con animales, como alimentarlos o llevarlos al veterinario, les resulta beneficioso, considera Frías.
“Inconscientemente el cuerpo relaciona estímulos positivos como el estar acariciando al animal o estar en su compañía”, dice.
Horda “ha pasado a ser parte del equipo. Todos la atienden y se distraen con ella bastante sin dejar de lado su trabajo”, comenta Edmundo Flores Pérez, inspector y jefe de la estación.
Los beneficios de los espacios de trabajo con animales han llamado la atención de legisladores en la Ciudad de México. En abril de 2023, el diputado local Nazario Norberto Sánchez presentó una iniciativa para impulsar las oficinas “pet friendly” ante el Congreso de la Ciudad de México.
“La participación de mascotas en la vida laboral de los trabajadores sería notable para obtener una mejor calidad de vida, un rendimiento adecuado en el trabajo y mayor manejo de estrés laboral”, menciona el documento, que también considera que los animales de compañía pueden aumentar la productividad de las personas empleadas.
Norberto asegura que la iniciativa surgió a raíz de una petición ciudadana.
“[Personas que se acercaron a mi módulo de atención ciudadana] me dijeron, ‘Oye, ¿por qué no lanzas una iniciativa porque a mi perrito lo dejo solo cuando me tengo que ir a trabajar y se queda todo el día solo?’”, contó en octubre de 2023.
En esa ocasión, el legislador consideró que, para que la medida tenga éxito, es necesario “atenerse a las leyes vigentes sobre tenencia de animales y estar atentos a las alergias y fobias del personal que ahí labora”.
La propuesta no se ha discutido ante el Congreso capitalino.
En tanto, algunos espacios públicos comienzan a sumar mascotas a sus filas. La Casa de la Cultura Postal, un museo ubicado en la zona centro de la Ciudad de México que expone la historia del servicio de correos del país, recibió a principios del año pasado a una gata llamada Timbre y a un perro que tiene el nombre de Barragán.
La llegada de Timbre, la primera mascota del museo, supuso cambios en la dinámica laboral y la compra de nuevo equipo de limpieza para evitar molestias entre quienes trabajan en el lugar y usuarios. Sin embargo, al ver el entusiasmo que generaba su presencia entre las personas visitantes, el recinto decidió dar un paso extra para transformar sus instalaciones. Hoy, tanto el museo como su sección de restaurante son espacios pet friendly.
“[Los visitantes] decían, ‘Oye, tienes un perro, tienes un gato. ¿Puedo traer a mi perro?’. Y yo les decía que sí”, comenta Karen May, administradora del recinto, quien ha visto en el museo a distintas mascotas, incluidos conejos y hámsters.
May asegura que la presencia de la gata Timbre y el perro Barragán cambió no solo a la Casa de la Cultura Postal, sino al equipo y a sus clientes. Y que, incluso si su llegada supuso retos, en general ha traído grandes satisfacciones.