Argentina

Tras la legalización de la marihuana medicinal, activistas protestan y buscan que los legisladores permitan el autocultivo

Cuando el Congreso de la Nación Argentina aprobó con una mayoría absolutala legalización de la marihuana medicinal en marzo, la decisión fue celebrada por activistas promarihuana y vista como un paso hacia adelante. Pero para muchas personas que dependen de la marihuana medicinal, la prohibición de la ley a cultivar la planta personalmente implica que la ley no hace lo suficiente por ayudar a quienes lo necesitan.

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Following Legalization of Medical Cannabis, Activists Protest Lawmakers to Allow Personal Cultivation

Lucila Pellettieri, GPJ Argentina

Mimi (a la derecha) junto a su hija de 14 años, Agustina (en la silla de ruedas), en la Plaza de Mayo, en Buenos Aires. Mimi cultiva marihuana para el uso de su hija por razones de salud. El cartel de Mimi dice que el cannabis es un medicamento que salva vidas. Mimi pidió que no se usara su nombre completo, pues es ilegal tener cultivos personales de marihuana.

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BUENOS AIRES, ARGENTINA — Un mar de gente se moviliza de la Plaza de Mayo, la plaza principal de esta ciudad capital, hacia el Congreso de la Nación Argentina. Al frente de la multitud están madres con sus hijos y personas en sillas de ruedas. En el medio, algunas personas sostienen un enorme pasacalle.

Una nube de humo se levanta sobre la parte de atrás de la multitud. La mayoría de personas allí están fumando marihuana y cubren sus ojos enrojecidos con lentes oscuros.

Todos están aquí por la misma razón: pedirle al gobierno que despenalice el cultivo privado de marihuana. El movimiento es liderado en parte por madres cuyos hijos sufren de enfermedades y trastornos los cuales, creen, pueden ser aliviados o incluso curados con marihuana y sus productos derivados.

En marzo, el Senado argentino aprobó una ley que legalizó el uso de la marihuana medicinal. Un programa del Ministerio de Salud llamado Programa Nacional para el Estudio y la Investigación del Uso Medicinal de la Planta de Cannabis, creado por la nueva ley, investigará la marihuana medicinal, divulgará información y asegurará el acceso gratuito al aceite de cannabis y a otros derivados de la marihuana para aquellos que clasifiquen al programa.

La historia por dentro: La ley de cannabis medicinal fue aprobada en Argentina con apoyo unánime. Cuando una periodista de GPJ se dispuso a cubrir el debate sobre el cultivo de marihuana en casa (algo que la ley prohíbe), encontró un reto al intentar encontrar el balance que caracteriza a las historias de GPJ. Leer el blog.

Pero la nueva ley no permite que estas personas cultiven marihuana en sus propios hogares para uso medicinal. Los legisladores dicen que permitir esto pondría la salud de la gente en riesgo y podría comprometer la lucha del estado contra el narcotráfico.

Aquellas personas que dependen del aceite de cannabis, aunque están complacidas con los pasos que ha tomado el gobierno para permitir el uso medicinal de la marihuana, también están frustradas porque la nueva ley les prohíbe cultivar su propia marihuana para tratar dolor y enfermedades.

“Si ya tenemos la solución en casa, ¿por qué no la podemos usar?”, dice Guillermina Abramoff, miembro de Mamá Cultiva Argentina, un grupo promarihuana medicinal.

Abramoff le da a su hijo de 6 años, Tobías, resina de cannabis para controlar sus convulsiones. En algún momento llegó a sufrir hasta 300 convulsiones cada día, pero ahora tiene muy pocas, o incluso ninguna, dice ella.

Algunos niños desarrollan una tolerancia al cannabis, dice Abramoff.

“El autocultivo es importante por las rotaciones continuas de la cepas”, dice. “Comprobamos que cada nene necesita una cepa diferente, a veces dos, y es muy difícil poder ir rotando o teniendo las cepas específicas que necesitan sin el autocultivo”.

Leticia M., quien pidió que solo fuera usada la inicial de su apellido, dice que duda que el estado sea capaz de proveer todas las cepas necesarias para la rotación entre pacientes. La hija de 9 años de Leticia M. tiene epilepsia y depende de la marihuana autocultivada, dice.

“El tema si lo llega a proveer el estado es que tenga todas las cepas para poder hacer la rotación”, dice Leticia.

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Lucila Pellettieri, GPJ Argentina

Adriana Funaro, una activista de la autocultivo de marihuana, fue enviada a prisión, luego transferida a prisión domiciliaria, después de que fuera encontrada cultivando la planta en su hogar. Aquí se ve participando en una marcha en mayo en el centro de Buenos Aires con otros activistas promarihuana.

Cornelia Schmidt-Liermann, una abogada y congresista que votó a favor de legalizar el uso medicinal de la marihuana, argumenta que el autocultivo es riesgoso para los pacientes.

“No aprobamos el autocultivo porque, si es para producir cannabis medicinal, es como permitir que la gente haga su propio antibiótico”, dice.

Es mejor que el estado asuma la responsabilidad de proveerles a las personas lo que necesiten, dice.

Además, dice, enviaría un mensaje contradictorio si el gobierno permitiera el autocultivo de marihuana a la luz de la declaración de emergencia que hizo el presidente en diciembre ligada a la drogadicción.

Los pacientes deben trabajar con doctores cuando se trata de tratamientos relacionados con el cannabis, dice Schmidt-Liermann.

Pero quienes autocultivan marihuana para tratar sus propias condiciones siguen desafiando la ley abiertamente.

Adriana Funaro se unió a la marcha hacia el Congreso de la Nación Argentina apenas una semana después de haber sido liberada de un arresto domiciliario por cultivar marihuana. Cultiva plantas para su uso y para el uso de otros, incluyendo personas que, según ella, sufren de cáncer y de Parkinson.

“Hace una semana que estoy en libertad y ya empecé a cultivar de nuevo”, dice.

Funaro fue arrestada después de que un vecino la denunciara por autocultivar marihuana. Primero fue enviada a la cárcel y luego transferida a prisión domiciliaria a causa de su artritis severa. Si no fuera por el aceite de cannabis, no podría caminar.

“El autocultivo es el único camino que tenemos para tratar muchas patologías”, dice Funaro.

Pablo Medina Uribe, GPJ, adaptó este artículo de su versión en inglés.