RÍO PIEDRAS, PUERTO RICO — A Cosmos Ramos Irizarry le tocaba su segunda dosis de testosterona en abril de 2023. Todavía no dominaba la destreza de inyectarse. Los nervios le traicionaban y no tenía a quién pedirle ayuda. Agarró su celular y envió un mensaje a un chat de WhatsApp exclusivo para personas transmasculinas al que había entrado a finales de 2022, por invitación de un contacto. Minutos después, al otro lado de Puerto Rico, encontró a alguien dispuesto a acompañarle.
Para Ramos, uno de los aspectos más difíciles de la transición ha sido “conocer comunidad”. El gobierno de Puerto Rico no lleva cifras oficiales de personas transmasculinas y falta información sobre espacios seguros para recibir apoyo médico y psicológico, entre otros. A esto se suma que, entre las personas trans, quienes tienen una expresión de género asociada a lo masculino suelen pasar desapercibidos respecto a sus contrapartes femeninas, por lo que sus procesos son menos comprendidos y más solitarios.
En este contexto, el chat de WhatsApp se ha convertido en una red para compartir vivencias, expresar necesidades y transicionar en compañía.
“Las violencias que vivía, como mujer y cuerpo feminizado, tenía con quien hablarlas y donde leerlas. Las violencias que vivo como persona transmasculina son bien solitarias”, dice Leandro “Lale” Namerrow, de 37 años, cofundador de la Red Transmasc de Puerto Rico, una iniciativa que propone desarrollar vínculos entre personas trans y no binarias cuya expresión o identidad de género circunda el espectro masculino. Él es uno de los cinco cofundadores de la comunidad virtual donde Ramos pidió asistencia.
El chat, que comparte nombre con la organización que lo fundó, se creó tras el paso del huracán Fiona, el 18 de septiembre de 2022, que dejó sin electricidad a 90% del archipiélago. La Red Transmasc pretendía conocer las necesidades de la comunidad y canalizar ayudas financieras para atender la emergencia. Sin embargo, ante el buen recibimiento del chat —en cuatro días se sumaron 100 participantes por reenvío del enlace de acceso— se comenzaron a compartir recomendaciones de ginecólogos y psicólogos con perspectiva de género, testosterona, y uso de fajas para los senos, entre otros.
Compartir información sobre servicios médicos y el uso adecuado de aditamentos como cinta adhesiva para los senos puede evitar heridas y experiencias violentas. Sin embargo, debido a experiencias estigmatizantes, muchas personas transmasculinas evitan hacer preguntas en entornos que no son de confianza.
“Hay algo del teléfono y de un mensaje … te quita la ansiedad de hacer una pregunta”, dice Namerrow.
Wyatt Damián De Jesús Casanova, de 20 años y residente de Hatillo, participa en el chat de Red Transmasc desde 2022. Fue él quien respondió al mensaje sobre la dosis de testosterona de Ramos: “No te conozco, pero llámame y te guío”, recuerda —más o menos— que le escribió. A los pocos minutos lo asesoró por videollamada, pues el proceso de inyección no es sencillo, asegura.
“Quiero darles [a otras personas transmasculinas] algo que hubiese querido tener”, asegura De Jesús, quien comenzó su transición hormonal en 2022 y aprendió a sortear las dificultades del proceso en solitario. Por ello, también ofrece servicios de barbería a otros integrantes de la comunidad que buscan un espacio seguro.
En este mismo espíritu, Stephan Malik, de 29 años, cofundador y colaborador de la red, considera que el chat ha facilitado que más personas transmasculinas accedan a información. Esto puede acelerar el proceso de transición de sus nuevos miembros respecto a quienes, como él, tuvieron que aprender en el camino, considera.
Para Malik, conocer las necesidades y la localización de las personas transmasculinas en Puerto Rico debería ser el siguiente paso de la Red Transmasc. Sin embargo, explica que la falta de información oficial dificulta la tarea.
Mientras tanto, el chat se mantiene como un medio de divulgación vivo. “Encontré personas bien generosas y abiertas a ayudar. Se inclinan a ofrecer recursos, aunque nadie los pida”, dice Elías Damián Vélez, que entró al chat en 2022. Recuerda que tanto él como su pareja pudieron acceder a binders gratuitos —un tipo de faja que funciona como prenda de compresión para aplanar los senos— gracias a información publicada en el grupo.
“El chat me ha servido para recordar que, aunque me parezcan total extraños, no estoy solo”, dice.
En abril, Ramos celebró su primer año en testosterona con una noche de karaoke. Envió la invitación al evento por el chat, que aún tiene 100 miembros de todo Puerto Rico. Todavía recuerda el alivio que sintió con la llamada de De Jesús y la tranquilidad de tener apoyo en los primeros pasos de su transición hormonal.
A veces envía mensajes al chat sobre cosas buenas que le pasan. Para Ramos, se trata del “balance entre somos trans y está cabrón, pero también podemos lograr cosas”. Compartirlo con sus amistades cisgénero— personas cuyas identidades de género coinciden con su sexo— no sería lo mismo. “Pa’ mí [el chat] ha facilitado el proceso de transicionar, no sentirme tan sole, porque tengo un lugar donde sí puedo decir cosas de transición que solo va a entender gente que está transicionando”.